Reflexión:
En muchos momentos de nuestra vida nos juzgarán para bien o para mal, pero en muchas ocasiones esas personas no sabrán de verdad lo que tú llevas por dentro y por lo que estás pasando. Con lo cuál no tenemos que preocuparnos, muchas de las veces, en lo que piensa la gente de nosotros (sobretodo lo malo) a no ser que sean críticas constructivas, que son cosas muy diferentes porque las críticas constructivas nos hacen pensar ya que puede que sea verdad porque en esta vida no somos perfectos y hay que cometer errores para rectificar y aprender. Pero en el caso de las críticas malas que la gente las hace solo para fastidiar o incluso para quedar bien con otras personas, no nos tienen que afectar porque esas personas no saben porque estamos así.
Por esa razón nosotros tampoco tenemos que juzgar a las personas por su actitud sin conocerlas, porque no vamos a hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran.
Porque, por ejemplo, si vemos a una persona por la calle y vemos que actúa de una manera antipática no tenemos porque decir que esa persona es así y que ese es su carácter porque no sabemos lo que lleva esa persona detrás y no sabemos si ha pasado un día malo o si le ha sucedido algo desagradable o cualquier cosa que nos podamos imaginar.
También hay que tener un poco de empatía con esas personas que lo pasan mal porque juzgándolas no vamos a hacer mucho sino que lo vamos a empeorar con lo cuál de vez en cuando nos tenemos que poner en el lugar de los demás antes de actuar y no sólo en estos casos sino en el día a día.
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